¡El diario de un estudiante hispanohablante #7!
¡Bienvenidos al diario de un hispanohablante #7! Seguimos el proceso de aprendizaje de Juan, nuestro alumno que se embarca en aprender francés con LRDG sin tener ninguna noción previa.
“Con LRDG aprendo sin darme cuenta”
En la última entrega de esta serie “el diario de un hispanohablante”, Juan compartía sus dudas y su sensación de bloqueo a la hora de hablar francés. El camino del ‘apprenant’ es difícil y lleno de altibajos, pero como ya lo dijimos, todo es pasajero y, gracias a la ayuda de los tutores expertos de LRDG, uno logra avanzar. Este es uno de los secretos de la metodología de LRDG: estar acompañado en todo momento, significa poder reajustar la forma de aprender y compartir dudas con un profesional que hará lo posible para remediar todos los problemas del estudiante. Eso pasó con Juan. Habló de las frustraciones relacionadas con el francés con su tutora y, ella, le dio soluciones para seguir progresando a su ritmo.
Gracias a este seguimiento, Juan ha podido volver al camino del aprendizaje con más confianza. Se ha sentido escuchado. Tras este episodio, se ha dado cuenta de que, sí, tenía la capacidad de entender el francés y, sobre todo, que había avanzado mucho. A veces, solo hace falta tener un poco más de perspectiva para apreciar los esfuerzos que has alcanzado. Y no han sido pocos, Juan ha pasado de no saber nada de francés a poder mantener una conversación sencilla.
De hecho, una de las últimas reflexiones de Juan, es que estaba aprendiendo sin darse cuenta. La metodología de LRDG funciona. El portal es el mejor aliado del estudiante y le permite practicar cada vez que lo necesita. El autoaprendizaje es una forma de responsabilizarse, de prepararse, de retarse, ayuda a tomar decisiones. En una clase de idiomas tradicional, todo depende del profesor. Si el alumno no viene a clase, si no entiende, si se pasa todo el tiempo en el celular: nadie lo notará y el alumno perderá tiempo y dejará las clases. En LRDG, si el alumno invierte las horas requeridas (3 horas de autoaprendizaje por cada hora de tutoría) su nivel va a mejorar. Es una mejora garantizada. Y eso es lo que ha observado Juan, cuanto más estudia, más resultados se hacen notar. Pero el estudio no resulta pesado porque, gracias al material elegido para aprender, el alumno se divierte y memoriza a la vez. Como lo dice nuestro estudiante: “me parece muy divertido aprender con el portal porque los ejercicios están bien diseñados y dan ganas de seguir practicando. Ya había intentado aprender con otras aplicaciones en el móvil o con vídeos pero, no son completas, nunca las he considerado como alternativas serias. Con LRDG, aprendo sin darme cuenta”.
Ahora mismo, Juan está a punto de terminar el módulo uno, sabe saludar, describir dónde vive, en qué trabaja, organizar ideas para construir una frase. A pesar de las dudas que ha tenido Juan, su tutora ve que progresa y le dice que está en buen camino. ¡La esperanza es lo último que perdemos y, Juan la usa como motor para superarse!
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